Grafías y escrituras

Concepto

El término grafía (del griego γραφή, escritura) hace referencia al modo de escribir o representar los sonidos y, en especial, al empleo de tal letra o de tal signo gráfico con el fin de representar un determinado sonido. Recibe el nombre de escritura el sistema de grafías que se usa para representar una lengua mediante signos trazados o grabados sobre un soporte. De este modo, como medio de representación, la escritura se considera una codificación sistemática de signos gráficos que permite registrar con gran precisión el lenguaje hablado por medio de signos regularmente dispuestos, ya sean de carácter visual o de carácter táctil (como es el caso de la escritura Braille). La escritura puede ser de dos tipos: la basada en ideogramas, que representa conceptos, y la basada en los grafemas, que representa la percepción de los sonidos o de grupos de sonidos. En este segundo grupo, destacan por la extensión actual de su uso, las escrituras románicas (basadas en el alfabeto latino), las arábigas (basadas en el alfabeto arábigo), las cirílicas, las hebraicas (basadas en el alfabeto hebreo), las helénicas (basadas en el alfabeto griego), las indias (generalmente basadas en el devanagari) y en mucha menor medida las escrituras alfabéticas armenias, etiópicas, coreanas, georgianas, birmanas, coptas, etc.

A la agrupación con un determinado orden de las grafías utilizadas para representar el lenguaje que sirve de comunicación se le denomina alfabeto, abecedario o abecé de una lengua. Este término procede, igualmente, del griego ἀλφάβετον (alfábeton), derivado de las dos primeras letras griegas ἄλφα (alfa, α) y βῆτα (beta, β), derivadas a su vez de las letras fenicias ʾalp y bēt, que significaban “buey” y “casa” respectivamente. El alfabeto griego es una adaptación del alfabeto fenicio, que también dio lugar entre otros a los alfabetos hebreos y árabes. Por su parte, el término abecedario proviene del latín tardío abecedārium, también derivado del nombre de las primeras letras, en este caso cuatro: a (a), b (be), c (ce) y d (de).

Análisis

La invención de la escritura se produjo en diversos lugares del mundo de manera independiente. Las primeras técnicas de escritura, que se remontan al cuarto milenio a. C., aparecieron en Egipto, Mesopotamia y China. El sistema creado en Oriente Medio y Egipto se extendió rápidamente y se convirtió en el origen de la mayoría de las escrituras del mundo. En América, la escritura también apareció en Mesoamérica, y uno de sus primeros ejemplos conocidos son los jeroglíficos de la escritura maya.

Aunque la escritura sinaítica fue la primera escritura alfabética, parece ser que, en realidad, en el sentido estricto del término, la primera escritura alfabética fue la escritura fenicia, que solo consta de consonantes. La escritura fenicia fue modificada y adaptada por los griegos, a quienes se les atribuye la invención de los alfabetos con letras vocales, que luego derivarían en la escritura etrusca e indudablemente en la escritura latina, de la que proviene el alfabeto más usado actualmente.

Fundamentalmente, la lengua gráfica o lengua escrita ha de considerarse como un fenómeno lingüístico inventado por la sociedad humana para reproducir la lengua oral o fónica. De hecho, en la escritura se observa la complementación del código de la lengua hablada y el código de la lengua escrita que es, antes que nada, una lengua gráfica.

La evolución de la escritura a través del tiempo ha hecho uso de dos principios fundamentales: el principio ideográfico, por el que determinados objetos, lugares, personas o animales se representaban regularmente con ciertos signos pictográficos, y el principio fonético, por el que ciertos sonidos o secuencias de sonidos estaban relacionados con determinados signos, tal y como eran percibidos por los hablantes. Sin embargo, no existe ningún sistema gráfico de escritura capaz de representar con precisión el lenguaje hablado que sea puramente ideográfico.

Implicaciones

Dentro de las escrituras basadas completamente en el principio fonético, en que cada uno de los signos representa algún tipo de sonido de la lengua hablada, se pueden distinguir las siguientes:

Alfabetos: en los que cada signo (o la mayor parte de ellos) representa un fonema de la lengua. Esto no es del todo exacto, porque algunos sonidos se pueden representar mediante dígrafos (grupos de dos letras que representan un solo sonido) o trígrafos (grupos de tres letras que representan un único sonido). Este es el tipo de escritura usado por todas las lenguas europeas y un buen número de lenguas africanas, americanas, oceánicas, etc.

Abyades o consonantarios: en los que solo algunos fonemas tienen representación gráfica (normalmente las consonantes), por lo que no constituyen una representación completa.

Abúgidas o pseudosilabarios: constituyen un refinamiento del anterior al introducirse una manera no ambigua de marcar la vocal del núcleo silábico, sin que se utilice un signo diferente y aparte de la consonante.

Silabarios: en los que cada signo generalmente representa una única sílaba, sin que exista necesariamente relación entre los signos de las sílabas que empiezan por el mismo sonido. Un ejemplo de este tipo de escritura es la ibérica.

 

Referencias

Alidedo, G. et al. (1997), Didáctica de las ciencias del lenguaje, Buenos Aires: Editorial Paidós.

Barthes, R. (2005), El grado cero de la escritura, Madrid: Siglo XXI.

Faulmann, C. (2004), Schriftzeichen und Alphabete aller Zeiten und Völker, Viena:Marixverlag.

Février, J. G. (1995), Histoire de l’écriture, Paris: Grande Bibliothèque Payot.

Gelb, I. J. (1987)  Historia de la escritura, Madrid: Taurus.

Haarmann, H. (1998), Universalgeschichte der Schrift, Frankfurt: Campus Verlag.

Fecha de ultima modificación: 2014-06-22